Ricardo Arjona - Pa’ que
tu ropa extraña el aire que le quitas,
y como un batallón en huelga de futuros,
se asoman tus zapatos por el closet.
La casa está con ganas de clonarte,
y el cuadro en la pared esta aburrido,
y es que hasta tu enemiga la cocina,
extraña aquellos guisos que no hacías.
Y no se hable del reloj que haraganea,
haciendo de un instante una odisea.
Y pa’ qué te hablo de mi si está demás,
pa’ qué la verborragia cursi y necia,
pa’ qué decirte que el peor es quien te habla,
pa’ qué decirte que hoy que ya no estás,
la casa se derrumba en mi cabeza,
y la puerta se abre sola por si vuelves.
El sillón aún guarda huellas de tus curvas,
y el piso no es el mismo sin tus pasos,
y el sol ya ni se asoma en la ventana,
sabiendo que no estás para observarlo.
Y no se hable de tu olor que flota inerte,
o del espejo que se inclina para verte.
Y pa’ qué te hablo de mi si está demás,
pa’ qué la verborragia cursi y necia,
pa’ qué decirte que el peor es quien te habla,
pa’ qué decirte que hoy que ya no estás,
la casa se derrumba en mi cabeza,
y la puerta se abre sola por si vuelves.
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