Ricardo Arjona - No renunciaré
porque escondes la cara en la oscuridad,
yo sé que estás llorando,
mas no puedo evitarlo,
esas lágrimas tuyas nada cambiarán.
Dónde estás, déjame ver tu rostro por última vez,
no te sientas culpable,
es culpable la vida,
que te empuja y te obliga y te aleja de mí.
No renunciaré a tu amor,
a tus besos, tu cuerpo y tu voz,
a las horas contigo en tu lecho,
sintiéndote en mí y yo en ti.
No renunciaré a tu piel,
a la forma que siempre te amé,
al perfume que deja tu cuerpo en mi cuerpo,
al sabor de tu boca, no renunciaré.
Ven a mí, que a partir de mañana otro hombre será,
el dueño de todo lo que más adoro,
el dueño de tu alma,
tu cuerpo y tu amor.
Ven a mí, que no sepan tus ojos que es la última vez,
que tus labios me besen,
que tu cuerpo me abrace,
que tu vientre reciba mi último adiós.
No renunciaré a las horas contigo en tu lecho,
sintiéndote en mí y yo en ti.
No renunciaré a tu piel,
a la forma que siempre te amé,
a las horas contigo en tu lecho,
en tu cuerpo, en tu amor,
a la vida, no renunciaré.
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