Mi madre me encomendó a la virgen de Guadalupe,
tome mi guitarra, mis cosas y me fui rumbo al norte,
cruce la aduana de Guatemala con mas miedo que ganas.

Entre recorriendo las musas que dejaron tiradas,
echaba flores José Alfredo y al mismo Agustín Lara,
y con los restos fui formando quien diría yo la primera vez,
y estaba solo, con un Jesús verbo no sustantivo en la garganta.

Estaba en México,
sin un centavo me sentía un hombre de éxito,
México uoooh, México uoooh,
el destino me pinto el camino que me trajo hasta aquí.

No se si fueron los tequilas pero hable con Negrete,
aquella noche en el tenan pa’ que acabo el otro día,
y en división del norte tome un taxi que después fue canción.

Estaba tan desesperado esperando su turno,
con una enserta de canciones el animal nocturno,
y el miedo se convertía en respeto,
por cantarles aquí en la misma tierra,
de manzanero la Beltrán y Pedro Varga.

estaba en México,
sin un centavo me sentía un hombre de éxito,
México uoooh, México uoooh,
el destino me pinto el camino que me trajo hasta aquí.

Caminando en la Lameda me platicaba una anciana,
Pedro Infante esta vivo, pasa todas las mañanas,
y es que aquí, lo que se ama nunca muere.

México,
sin un centavo me sentía un hombre de éxito,
(México)
el destino me pinto el camino.
(México, México)

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