Ricardo Arjona - Historia de taxi
era mi taxi un Volkswagen del año 68,
era un día de esos malos donde no hubo pasaje,
las lentejuelas de un traje me hicieron la parada,
era una rubia preciosa llevaba minifalda,
el escote en su espalda, llegaba justo a la gloria,
una lagrima negra rodaba en su mejilla,
mientras que el retrovisor decía ve que pantorrillas.
Yo vi un poco mas.
Eran las diez con cuarenta zigzagueaba en reforma,
me dijo me llamo Norma mientras cruzaba la pierna,
saco un cigarro algo extraño de esos que te dan risa,
le ofrecí fuego de prisa y me temblaba la mano,
le pregunte por quien llora y me dijo por un tipo,
que se cree que por rico, puede venir a engañarme,
no caiga usted por amores debe de levantarse (le dije),
cuente con un servidor si lo que quiere es vengarse,
y me sonrió oooh.
Que es lo que hace un taxista seduciendo a la vida,
que es lo que hace un taxista construyendo una herida,
que es lo que hace un taxista enfrente de una dama,
que es lo que hace un taxista con sus sueños de cama,
Me pregunte.
Lo vi abrazando y besando a una humilde muchacha,
es de clase muy sencilla ,lo sé por su facha,
me sonreía en el espejo y se sentaba de lado,
yo estaba idiotizado con el espejo empañado.
Me dijo doble en la esquina iremos hasta mi casa,
después de un par de tequilas veremos que es lo que pasa,
para que describir lo que hicimos en la alfombra,
si basta con resumir que le bese hasta la sombra,
y un poco más.
No se sienta usted tan sola, sufro aunque no es lo mismo,
mi mujer y mi horario, han abierto un abismo,
como se sufre ambos lados de las clases sociales,
usted sufre en su mansión yo sufro en los arrabales,
me dijo vente conmigo que sepa no estoy sola,
se hizo en el pelo una cola fuimos al bar donde estaban,
entramos precisamente el abrazaba una chica,
mira si es grande el destino y esta ciudad es chica,
era mi mujer.
Que es lo que hace un taxista seduciendo a la vida,
que es lo que hace un taxista construyendo una herida,
que es lo que hace un taxista cuando un caballero,
coincide con su mujer en horario y esmero,
me pregunte.
Desde aquella noche ellos juegan a engañarnos,
se ven en el mismo bar,
y la rubia para el taxi siempre a las diez,
en el mismo lugar.
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