Quítate el empacho de romances viejos,
plántame un buen beso de los que te queden,
apaga la tele y préndeme la vida,
miénteme mil veces hasta que te crea.

Que me es tan útil lo que ya no quieres,
déjame tu aroma cuando vas de ausencia,
para ver si engaño a este amor tan loco,
quítate la ropa, tírala en mi cara.

Sácate unos sueños y no los fumamos,
inventemos juntos el lugar perfecto,
mójame despacio con tu cero en brisa,
que me sirve incluso lo que no te sirve.

Ríete de mí si es lo que necesitas,
para coincidir sin que nos demos cuenta,
al principio todo fue,
fuego en los rincones, gimnasia en la azotea.

Al principio el ciego ve,
el tímido improvisa, son seis viernes por semana,
pero el tiempo lo hace así,
me sabes de memoria y te aburrí.

Mírala despacio como nos acecha,
la costumbre triste de los años muchos,
y aunque se agotaron todos los misterios,
algo inventaremos para dar batalla.

Que aún se enciende el sol puntual cada mañana,
yo te quiero más hoy que te entiendo menos,
tú me entiendes más, pero me quieres poco,
al principio todo fue.

Fuego en los rincones, gimnasia en la azotea,
al principio el ciego ve,
el tímido improvisa, son seis viernes por semana,
pero el tiempo lo hace así.

Me sabes de memoria y te aburrí,
nos queda tan poco por vivir en vida,
que se antoja la prisa de los fugitivos,
que ahorren los que creen en las reencarnaciones.

Gastémonos de un tajo todos los misterios,
y si es preciso un día llorar,
gritemos de,
dolor.

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