Hay una dosis de idiota
que hace posible lo inmenso,
y no quieres parar, aunque sabes que amar
es igual que pintar una línea en el viento.

Hay una dosis de iluso
que hace posible lo absurdo,
y el amor vuelve a mentir y nos duele decir
que volver a caer no rebalsa la copa.

Entre poesías y refranes
siempre termina en: «Lo siento».
El amor tiene sus planes,
pero no tiene argumentos.

Mentira, mentira,
cada palabra en su boca, cada cosa que toca se convierte en
mentira, mentira.
Y uno quisiera escapar, pero se vuelve a quedar, porque el amor se equivoca.

Hay un lugar en el alma
que hace verdad la mentira,
y lo mortal se hace eterno y disimula el infierno
con canciones melosas y burbujas de calma.

Entre sudor y el desvelo,
el sexo pone el embrujo.
Una caricia es el cielo,
pero es tan solo un dibujo.

Mentira, mentira,
cada palabra en su boca, cada cosa que toca se convierte en
mentira, mentira.
Y uno quisiera escapar, pero se vuelve a quedar, porque el amor se equivoca.

Mentira, mentira,
cada palabra en su boca, cada cosa que toca se convierte en
mentira, mentira.
Y uno quisiera escapar, pero se vuelve a quedar, porque el amor se equivoca.